Filipenses
2:3
Semana 31 de julio al5 de Agosto
del año 200_”
Propósito: “Comprender
que el orgullo nos separa de Dios y de nuestro prójimo, y nos lleva a la
perdición”.
Introducción:
Hay un
fábula que relata la historia de una ranita en medio de una llanura que se
incendiaba y viendo volar un águila, gritó con todas sus fuerzas --¡Señora Águila sálveme¡ El águila voló bajo y le dijo que no
podía, sus garras la harían pedazos. La
Rana le dijo: -¡ Por
favor sálveme, tengo una idea, tome un palo por ambos extremos con sus garras y
yo me prenderé con mi trompa, en el medio del palo, y así me levantará y seré salvada!
– Excelente idea dijo el águila. En seguida la levantó y voló alto fuera
del fuego. Otra águila vio aquello y
exclamó: -¡Que brillante! ¿De quién fue
esta idea genial? – En ese momento la rana abrió su trompa y exclamó con
fuerza diciendo -¡¡Mía, Mía!! Pero
también fueron sus últimas palabras porque cayó al vació y murió. Murió porque su orgullo la llevó a no
percatarse de que si abría su trompa se soltaba del palito, pero le importó
más, declarar que la idea era suya.
¿Qué dice la Biblia acerca del Orgullo?:
1.2
“El
orgullo camina de la mano con la
Altivez ”: La
Palabra de
Dios dice en Proverbios 21:4 “Altivez de
ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado”. El orgullo no nos permite ver nuestro
condición y realidad de vida, para él su camino es recto, sus decisiones,
acciones y pensamientos buenos, en su propia opinión: De hecho no toma en cuenta a Dios para nada. No le importa el dolor ajeno, aunque bien
puede ser que en ocasiones haga cosas buenas u obras de caridad, pero con el
fin de ser elogiado y visto. Siempre el orgulloso busca su propio bien y
destacar sobre otros.
1.3
La
Biblia dice: “Antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. Esto
para un espíritu orgulloso suena muy difícil, ... ver a los demás como
superiores a nosotros mismos. Esto no
cabe el corazón y mente altivo. Porque
recordemos que el orgullo en el fondo es soberbia. Y la soberbia se levanta siempre contra
Dios. Pero el llamado de Dios, el
llamado de Jesucristo es: Que nuestra vida debe ser llena de humildad,
que saquemos de nuestro ser toda raíz de altivez, orgullo, soberbia de
espíritu.
Que podamos decir Hoy: Jesús renuncio con todo mi corazón al orgullo y te ofrezco mi corazón para morar, perdóname.