SUAVE VOZ

martes, 16 de septiembre de 2014

LIBRÁNDONOS DE LAS MALDICIONES DE NUESTROS PROPIOS TERRITORIOS.


Versículos de meditación profunda

Génesis 27:28
“Dios te de del rocío del cielo y de la más preciada tierra: trigo y vino en abundancia.”

Números 6:24
“Jehová te bendiga y te guarde.”

1 Crónicas 4:9-10
“Jabes fue más ilustre que sus hermanos. Su madre le llamó Jabes, diciendo: “Porque lo di a luz con dolor.” Y Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: “! Oh, si realmente me dieras bendición y ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera conmigo y me libraras del mal, de modo que no tuviese dolor!” Y Dios le concedió lo que pidió.”

Job 22:28
“Decidirás algo, y se te realizará; la luz resplandecerá sobre tus caminos.”

Isaías 60:1-2
“! Levántate! ¡Resplandece! Porque ha llegado tu luz, y la gloria de Jehová ha resplandecido sobre ti. Porque he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra; y la oscuridad, los pueblos. Pero sobre ti resplandecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.”

Mateo 7:7
“Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá.”

El ejemplo de Abraham

Dios le dijo a Abraham “vete de tu tierra”. Por cuanto existen maldiciones propias de los territorios donde nacimos y si no somos liberados o estamos sin cobertura espiritual, se pueden adquirir esas maldiciones, por eso es necesario renunciar.
En Abraham, vemos como Dios lo desafía a salir de su tierra, de modo que en ese rompimiento hubiese liberación.

La palabra vete de tu tierra

Esto representa CORTAR proféticamente con estas maldiciones.
No es que usted se mude a otro lugar, sino que tiene que renunciar a toda herencia de maldición en el nombre de Jesús.




Ejemplos
Muertes repentinas, deudas, pobreza, accidentes y la maldad, puede ocurrir por la maldición de la tierra, debido a que ésta tiene influencia directa en la vida que maneja el ser humano.

La visión frente al matrimonio, las proyecciones hacia la prosperidad, la maldición del fracaso o la desgracia familiar.
Todas estas maldiciones se llevan dentro de las personas, PERO si no es liberado, se experimentan las consecuencias de esa maldición.

Por eso Dios le dijo a Abraham, vete de tu tierra, rompe con la maldición y sé libre, VIVE EN MI BENDICION.

Librándonos de las costumbres dañinas.


Usted no puede aceptar como normal costumbres que usted  trajo como producto de la maldición de la tierra.

Es necesario que tenga el carácter para decir ESTO NO ES PARA MI, en mi tierra, y mi gente todos lo hacen, pero yo no estoy dispuesto a seguir con esa maldición, debo romperla en el nombre de JESUS.

¿Qué tipo de costumbres malignas tiene que rechazar?

El divorcio como normal.  La pobreza      la droga   el alcohol     contiendas familiares
Maldición de enfermedad    muerte repentina   códigos de esclavitud    deudas
Vivir con dolor    espíritu de cobardía     temor    desánimo

Librándonos de los pactos antiguos.

Uno de los grandes problemas de la tierra es que está vinculada a los pactos de los fundadores de los pueblos, ciudades, naciones o continentes.

Esto quiere decir que estos fundadores realizaron pactos espirituales con algún dios pagano. Esto es delicado, ya que nos vinculan o comprometen aún antes de nacer, ya que esta dedicación, le da derecho espiritual a los espíritus malos, donde hubo ofrendas, etc.

Es por eso que muchos pueblos viven bajo opresión, miseria, desorden y nunca cambian. Ej. COLON.

En los pactos que los fundadores de los pueblos hacían, se entregaban a los hijos de esa tierra para que vivieran sometidos a la maldición a la que fueron entregados.

Por lo tanto, es necesario que usted reconozca que cosas diabólicas le han sucedido.

La llegado la hora de ser libre de la maldición de la tierra.
Hoy en el nombre de Jesús serás libre de los pactos de los antiguos fundadores de tu tierra, pueblo, país o continente.


DECLARE

Dios todopoderoso, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, renuncio a todo tipo de herencia que ha estado en mi vida producto de la maldición de la tierra.
Dios eterno, aún lo más oculto y profundo, en el nombre de Jesucristo, renuncio por el poder de la bendita palabra de Dios, esas maldiciones no pueden estar en mi vida, porque soy redimido en Cristo.

Líbrame en forma total y definitiva de las herencias que son producto de la maldición de la tierra, como muerte repentina, pecado oculto, vicios, divorcio, soledad, enfermedad y aún todo lo oculto que ni siquiera yo sé, lo único que te pido es que me des libertad.

En el nombre de Jesús. Amén.

Declaro desactivada en mi vida la maldición de mi tierra desde ahora y para siempre.

NUNCA olvides que venciste por la sangre del Cordero y por el poder de la Palabra de Dios en tu boca.

Apocalipsis 12:11

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”